La papada es uno de las formas de acumulación de grasa más molestas e incomodas para quien las padece.
Estas se originan gracias a la acumulación de grasa en diferentes partes del cuerpo como por ejemplo el cuello o bajo la barbilla.
Siendo esa piel suelta y flácida que se forma como consecuencia de las constantes subidas y bajadas de peso.
Es por ello que en el especial de hoy te brindaremos cinco ejercicios para que puedas decirle adiós para siempre a este terrible padecimiento.
La papada es una zona que se ubica en el cuello y debajo de la barbilla, teniendo en cuenta que el cuello es una de las partes del cuerpo donde más se puede observar la llegada del envejecimiento.
En cuello que no luzca estilizado es sinónimo de vejez y sobrepeso. En primer lugar debemos distinguir los tipos de papada que existen.
La primera está formada por tejido adiposo y la segunda ocurre por el descolgamiento de la piel de la cara y cuello.
La papada que se origina por exceso de tejido adiposo, se presenta generalmente en personas con sobrepeso y se puede distinguir con facilidad cuando la persona baja la mandíbula inferior y aparece una arruga o doble mentón, en cambio la papada por descolgamiento se origina cuando la persona ha bajado una gran cantidad de peso originando que la piel cuelgue.
¿Cómo eliminar la papada sin cirugía?
Es importante tener en cuenta que la papada puede tratarse de una manera natural sin necesidad de recurrir a un cirujano plástico, a continuación te presentamos una serie de ejercicios que puedes aplicar desde la comodidad de tu hogar para eliminar este terrible mal.
El Cucharón: para aplicar este ejercicio debes hacer lo siguiente; en primer ligar abre tu boca, luego dobla el labio inferior hacia adentro, y cierre la boca a medida que tiras de la mandíbula hacia adelante. El movimiento hacia adelante lo debes hacer de una manera lenta para que los músculos del mentón queden fijados en el ejercicio, por último afloja la mandíbula al abrir y cerrar la boca suavemente.
Techo “beso”: debes inclinar la cabeza hacia arriba y extiende los labios simulando que vas a dar un beso.
Toque la nariz; en este ejercicio tratarás de tocar tu nariz con la punta de tu lengua, para comprobar que el ejercicio se está haciendo correctamente coloca un dedo debajo de la barbilla y siente como los músculos se extienden y se aplanan en esa posición.
Resistencia: ejerce presión con tus puños, empuja la barbilla hacia abajo con ayuda de tus puños y mantenlos allí por lo menos cinco segundos.
El óvalo perfecto: gira la cabeza de izquierda a derecha y empuja la mandíbula hacia adelante, haciendo este movimiento puedes sentir la extensión de los músculos de la mandíbula y el cuello.