La depresión no puede confundirse con tristeza por algún momento difícil o alguna frustración.
Es una reacción inconsciente de nuestro cerebro a verle el lado negativo y triste de las cosas.
El mejor consejo que podemos darte para comenzar este top 5 es que “si no tienes nada bueno que decir, mejor no digas nada”. Tal vez queriendo hacer algo bueno termines empeorando la situación.
Cosas que nunca debes decir si quieres ayudar a alguien a salir de la depresión
1.“Solo deja de sentirte así”
Muchas veces, alguien se te acercará a decirte cómo se siente y así desahogarse. Si esta persona está deprimida y no lo sabe, con esas palabras solo ocasionarás que se sienta frustrado. Puede parecerte absurdo que alguien que se vea tan bien se sienta tan mal pero eso es parte de la depresión. No se trata de un proceso racional.
Recuerda que el estar deprimido no es una elección consciente de la persona. Si ella pudiera “dejar se sentirse así” lo haría, porque ¿a quién le gusta sentirse mal? Sus pensamientos en ese momento no están coherentes y podría necesitar más que unas palabras de aliento para sentirse mejor. Lo que si puedes hacer es apoyarlo, hablar con él para que acepte ver un experto y acompañarlo en este proceso tan difícil.
2.“No es algo del otro mundo, yo también he estado deprimido”
Sentirse triste y estar deprimido nunca será lo mismo. Por ello creerás que has sufrido de depresión, pero no es así. Para curar una depresión debes pasar por un proceso muy metódico. Si no fue tu caso, solo estabas triste.
3.¿no estás muy grande para querer atención?
Nunca, pero ¡nunca! Le preguntes “¿no estás muy grande para querer atención?”: estarás culpándole de sentirse mal, lo que ocasionará agravar la depresión. Puede que en alguna situación lo digas porque no sabes que más decir y esto estará asociado a un sentimiento de frustración por no poder hacer nada.
Siempre puedes ayudar y apoyar a quien lo necesita. Lo que tal vez pase, es que no sea de la manera que tú piensas. Consulta con expertos para saber que puedes hacer sin causar daños colaterales.
4.No le digas qué hacer:
Sabemos que, si le sugieres buscar ayuda en Dios, beber algún té o meditar lo haces porque te importa. Estás genuinamente preocupado por su bienestar y buscas por todos los medios el poder ayudarle. Pero en la mayoría de los casos estas “indicaciones” no son las adecuadas. En lugar de esto, pregúntale qué puedes hacer por él sin ordenarle lo que tiene que hacer.
5.“Tú te has buscado esto”:
Estarás acusándolo y se sentirá acorralado. Nadie elige sufrir de depresión. La asociación estadounidense de Psiquiatría explica que la depresión puede afectar a cualquier tipo de persona incluyendo a quienes lleven una vida estable. La causa de esta enfermedad puede estar asociada con:
- Factores ambientales.
- Factores Bioquímicos.
- Factores relacionados a la personalidad.
- La forma de percibir el entorno.
- Factores Genéticos.
Por ello, nunca asumas que esa persona eligió sufrir de esta condición. Ponte en sus zapatos y piensa cómo pudiste haber actuado tú y lo más seguro es que hubieses terminado en el mismo estado.